Una vena celeste derramada
sobre el tremor de una hoja primeriza.
Un lucero durmiendo en la ceniza
de una existencia enjuta y apagada.
Un verso que se muere a la alborada
de una pasión en tempestad plomiza.
Un segundo que bello se eterniza
sobre la flor al ser polinizada.
Son momentos que duermen y despiertan.
Poemas de la vida cotidiana
y bellezas que inspiración libertan.
¡Prepara con premura tu besana!
Cuida que los que pronto se despiertan
no te roben el pan para mañana.