Desencanto

Flota inerte en la noche el alma mía
que prende en fuego ardiente de amor puro
Fuego que brota en cristal de hielo oscuro
y conturba el caudal de mi alegría.

Así me despierto, día tras día.
En un campo de piedras frío y duro,
sin que pueda zafarme del conjuro
y poner, mi amor y alma en sintonía.

Mientras yo me alimento de ilusiones,
pretende defraudarme la fortuna
en la edad que me pisa los talones.

Y muero sofocado en esta duna
de un desierto de malas tentaciones,
donde no hallo tendida, mano alguna.