Entre tus rojas peñas consumida
travesura y niñez. Y ya lejanos,
en tu hermosa dehesa y verdes llanos,
bajo la encina gris, Pascua Florida.
El fruto de tu vientre es negra vida,
y es, vivencia, ilusión, dramas humanos.
Es pan que amargo sabe entre las manos
de aquel que hipotecó salud perdida.
Ser lirio en la ribera del Guadiato
con el peñón por guarda y por tutela,
es galardón que da pompa y boato.
Y yo, como un juglar en tu cancela,
te doy mi admiración y amor innato
como un paria que canta en la plazuela.