Soneto a Joaquín Sorolla
La luz entre las sombras juguetea
y en el pincel, se toca y puede olerse,
que el gran genio no puede sustraerse
de la magia del mar que lo flirtea.
Y de la espuma emerge Galatea
cuando el titán pintor quiere atreverse.
Sobre la amada tela va a tenderse
la musa, meridiana que él desea.
Se desborda la luz ante sus ojos
en un lienzo con niños y marinos
que juegan con la sombra a sus antojos.
Y su tierra costera, mar y pinos.
Tierra verde de flores y de hinojos,
le otorga, el suave rojo de sus vinos.