La rosa robada

Maldigo la mano que un día triste
del jardín de mis sueños robar quiso,
la rosa que cortó sin previo aviso,
y marchitando lenta, ya, hoy no existe.

Oh flor que de mis labios absorbiste
un amor que te di sin compromiso.
Me arrancaste la vida de improviso
al faltarme el aroma que me diste.

El jardín de mis sueños sigue verde,
y aun sabiendo que es una quimera,
nada puede evitar que te recuerde.

La odisea de amor que reverbera
en la luz de este sueño que se pierde,
morirá solo, cuando mi alma muera.