Este país que en un día lejano,
poblado de incultura y de pobreza
luchó con su ilusión y su entereza
por dar la libertad al pueblo llano,
hoy, olvida que nada pasa en vano.
Y ahora culto y rico baila y reza,
otorgando confianza a la vileza
oculta en las promesas del tirano.
La memoria adormece en la indolencia
y olvida la experiencia acumulada
acarreando en sí la decadencia.
El ayer de esta España desgraciada
que al portal golpea con impaciencia,
quiere hurtarnos la libertad preciada.