Soneto efímero

Tiene hoy mi corazón, tremor de vida,
y mañana tal, vez quietud de muerte.
La senda que escogí para quererte
quizás mañana se dé por concluida.

Al comenzar mi vida esta partida
quiero mover los hilos de mi suerte
con decisión, amor y mano fuerte,
pero sin dar mi lucha por vencida.

Porque en un día, un minuto, un suspiro,
o en un sueño de efímera quimera,
van gotas del amor que yo transpiro.

Van deseos de albor de primavera
despidiendo el aroma que respiro
y que mi vida agita por bandera.