El amor como fuente de bondades
se desborda del alma en sus rincones,
con ternura y pasión. Sin más razones,
No comprende traiciones ni maldades.
No repara, ni en razas, ni en edades.
Soslaya las mentiras como dones.
Soporta las punzadas de rejones
y le pinta a las sombras, claridades.
Es como un bello ejército de alondras
que sus cantos marcaran el camino,
aportándole luz a nuestras sombras.
Su ceguera nos lleva al desatino.
Oh, amor que sin palabras tú nos nombras,
y pones una meta a nuestro sino.